impuesto

Recaudación que hace el Estado para tener y recursos con los que generar y mantener espacios comunes. Con los impuestos se supone que se pagan cosas como educación y salud públicas, justicia, seguridad, aseo y mantenimiento de calles y plazas, etc. También con el dinero recaudado por los impuestos se realizan rutas, calles, redes de transportes, cloacas, energía y muchos otros rubros que tienen que ver con los recursos comunes de la gente que vive en sociedad. Para cobrar estos impuestos, el Estada crea una serie de pretextos o motivos, que algunas veces son justos y lógicos, pero otros no resultan ser otra cosa que coartadas. Estos motivos por lo que se cobran los impuestos deberían ser, supuestamente, más rígidos con aquellas personas que tienen más dinero, y más piadosos con las personas pobres. Cuanto más universal es el motivo por el que se cobra un impuesto, más injusto resulto, teniendo en cuenta que la argentina es una sociedad profundamente desigual. Esto sucede con impuestos cotidianos, como el IVA (Impuesto al Valor Agregado), que alcanza a todas las cosas que consumimos cotidianamente, y que pagan por igual ricos y pobres, puesto que los precios de venta al público son iguales para todas las personas. O con el impuesto a las ganancias, algo que deben pagar todos los trabajadores que tienen un sueldo más o menos digno, pero que está excento para movimientos bancarios o actividades con un grandísimo margen de ganancia y un alto impacto ambiental, como la minería. Todo esto sin contar el hecho de que buena parte de lo recaudado por los impuestos va a solventar campañas electorales o a reproducir clientelismo, más que mejores condiciones de vida en la población. De allí que se haga tan difícil convencer a la gente de que está bien pagar impuestos porque es saludable fortalecer el bien común.