infiltrado, da

Personal de las fuerzas de seguridad o de inteligencia que se camufla de militantes políticos o sociales para sacar información y dañar a esa militancia política y social. En las marchas, es muy común ver a infiltrados que, lejos de parecer policías, gendarmes o agentes, lucen pulóveres peruanos, llevan morral, pantalones hindúes, polleras de colores, trenzas, aros y hasta es probable que vendan o consuman pan relleno. Se caracterizan por ser quienes corren por izquierda a todo el mundo, por pensar que la correlación de fuerzas siempre es favorable para el “campo popular” (ver) y por considerar que lo mejor para poner en jaque al sistema financiero internacional es quemar un cajero automático, aunque se esté llevando adelante una marcha por la desaparición de una persona a manos de una fuerza de seguridad. Las lecturas de la realidad política que hacen los infiltrados suelen ser extremas y delirantes. Es por eso que muchas veces se hace difícil diferenciarlas de las de los verdaderos militantes de izquierda y del “campo popular”. Sin embargo es fácil saber quiénes son: cuando los episodios violentos de una marcha le sirve al poder de turno para justificar la represión y/o desdibujar el espíritu de la movilización popular, lo más probable es que esos episodios violentos hayan sido causados por infiltrados.