OTRAS PERFORMANCES

Actor de cine y tv, escritor de comedia musical, dramaturgo… lo que quieras. La vida te da sorpresas.

Las 13 esposas de Wilson Fernández (2014)

En 2013 me llamó Gastón Portal porque quería juntarse conmigo. Pensé que quería que escribiera algo, pero no: me dijo que quería que actuara en una miniserie que estaba escribiendo. Mi personaje se llamaría El Catalán y sería el director técnico de un club de fútbol que, en realidad, era la pantalla para traficar cocaína adentro de las pelotas. Un delirio, sí. Pero un delirio hermoso. Allá fui, a actuar, después de tanto tiempo. Con un elenco de lujo: Mex Urtizberea, Manuel Callau, Alberto Ajaka… la pasé muy bien, me divertí mucho y la miniserie quedó buenísima.

¡Mueva la Patria! (2009-2010)

En 2008 me convocó la periodista María Seoane para escribir un café concert político en el espacio Caras y Caretas. Yo le contraoferté hacer un viejo proyecto que tenía en carpeta: una ópera cumbia contando los 200 años de historia argentina, ya que se venía el bicentenario. María aceptó y yo convoqué a tres compañeros de Barcelona para escribirla: Javier Aguirre, Eduardo Blanco y Fernando Sanchez. ¡Mueva la patria! (ese fue el nombre que le pusimos) se estrenó en enero de 2009 en La Trastienda, con dirección de Valeria Ambrosio (una capa total) y la actuación de grandes figuras del género: Natalia Cocciufo, Mariu Fernández, Horacio Vay, Rubén Roberts y Karina Hernández, entre muchxs otrxs. 

La obra tuvo una buena respuesta de crítica y público y después de una buena temporada 2009, en 2010 (sí, en el bicentenario!) se reestrenó en el ND Ateneo.

Pater Dixit, Pompeyo Audivert, el teatro (1993-1995)

En el verano de 1992 (poco tiempo después de que arrancara La Maga, y un poco antes de empezar con Sometidos por Morgan) me puse a estudiar teatro con Pompeyo Audivert. Al mes de estar en su taller, Pompeyo me dijo que quería que actuara en la primera obra que iba a dirigir: Pater Dixit, sobre fragmentos de una novela del escritor austríaco Thomas Bernhard. Y así debuté como actor de teatro, en 1993, en el sótano del Parakultural de Chacabuco al 900. 

No tuve ni tiempo de darme cuenta que estaba estudiando teatro, que ya estaba actuando. Paralelamente, me convocó Daniel Ritto para actuar en La Carancha, una obra que él había escrito y que iba a montar en Liber/Arte, en Corrientes al 1500. Y allá fui: sin darme cuenta estaba actuando en dos obras de teatro. Un par de años después, Pompeyo se puso a dirigir otra obra: El Pasado, de Florencio Sánchez. Y me llamó a mí para protagonizarla. En realidad, para ser LA protagonista, porque hacía de una vieja matrona. 

Ensayamos mucho, muchísimo en Die Schule. Pero la cosa no funcionó. Yo le puse garra al comienzo, pero después estaba más cerca de la música que del teatro. Y me di cuenta que lo que quería era tener un entrenamiento escénico para otras cosas, no para actuar en teatro. Finalmente, dejé la obra antes del estreno y mi personaje lo terminó haciendo Carlos Belloso, cuando se estrenó, creo que en el Margarita Xirgu. La obra duró poco. Creo.

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