revolución

Viejo anhelo político que consiste en demoler los cimientos de la vieja estructura social para construir otros nuevos y, por lo tanto, una nueva sociedad. En primera instancia se asocia el término a la izquierda, básicamente por estar vinculado a sectores marxistas que añoraron distintas revoluciones en todo el Mundo (Rusia, China, Cuba, Nicaragua). Pero no siempre fue así. Antes del de 1976, todos los golpes cívicos-militares (es decir, la interrupción de un proceso democrático, independientemente de lo que se opine sobre la calidad de esa “democracia”) se autodenominaron “revolucionarios”. La Revolución Libertadora fue un caso paradigmático: ¿cómo es que el Gobierno que derrocó a Perón pasa a la historia con el nombre de Revolución Libertadora? Ni hablar de otras múltiples revoluciones (en general, siempre prometidas, nunca cumplidas del todo, como ocurre con toda buena revolución que se precie de tal), como la productiva o la de la alegría. Si se repasa seriamente la tradición política del uso del palabra revolución, bien puede arribarse a la conclusión de que lo mejor es ser conservador, reaccionario o anticuado.