represión

Golpiza o situación de violencia física, verbal y psicológica por parte de las fuerzas armadas o de seguridad sobre los manifestantes que reclaman alguna mejora en su condición de vida. El grado de represión de un Gobierno es inversamente proporcional al de su capacidad de diálogo. La represión se produce cuando se terminan las instancias de diálogo y no se llegó a ningún acuerdo. Cuanto menor sea la capacidad para imponer condiciones que tiene un sector que reclama, mayor es el riesgo de sufrir represión. Hay distintos grados de represión y los matices van desde el avance de columnas de uniformados con escudos, cascos y palos, pasando por el disparo de gases lacrimógenos, hasta las balas de plomo. En este último caso, la represión suele ser feroz y sangrienta, pues es de suponer que el saldo va a ser de al menos una persona muerta. El recurso de las balas de plomo es extremo, aunque no resulta menor el uso de balas de goma, la antesala del plomo, que puede resultar mortal si se la dispara de una distancia muy corta. Y si bien las balas de goma en la mayoría de los casos no resultan letales, sí dejan marcas en la piel: es muy común ver luego de este tipo de represiones a los manifestantes con las espaldas dibujadas con disparos de balas de goma. Puede afirmarse que las represiones con balas de goma no son sangrientas, aunque sí fuertemente hematomoidales.