debate electoral

Intercambio de ideas entre candidatos de distintas fuerzas. Los debates tienen características muy particulares: se realizan frente a las cámaras de televisión, sus condiciones son pautadas previamente por asesores de los distintos candidatos en reuniones interminables, y siempre cuentan con la presencia de todos los candidatos, excepto aquel que tiene las mayores chances de ganar o, al menos, lidera la intención de voto de acuerdo a las encuestas. En los días previos a cada debate, los candidatos que no asisten se la pasan buscando excusas ridículas para explicar por qué no van a debatir (“la sociedad ya sabe lo que pienso”, “hay un clima muy hostil hacia mi persona”, “prefiero seguir trabajando al lado de la gente en lugar de ir a un estudio de televisión”, “que me juzguen por la gestión y no por una discusión”, etc), mientras que los candidatos que sí van hacen una defensa del diálogo democrático, del intercambio de ideas y de mostrarle a la sociedad cuán civilizados somos. Los debates suelen tener pautas tan estrictas y los candidatos van con un libreto tan estudiado y unaque se pierde toda posibilidad de lograr declaraciones picantes y, mucho menos, de lograr algún tipo de espontaneidad. Sin embargo, suelen tener una gran audiencia. Esto puede deberse a que los votantes no pierden las esperanzas de que alguien rompa el molde y discuta en serio. Aunque es probable que quienes ven esos debates sólo se conformen con ver a los candidatos frente a frente, como único y humilde rasgo de humanidad de aquellos a quienes quizá voten.