control de precios

Medida económica que consiste en la intervención estatal para decidir cuál va a ser el valor de la venta al público de determinados productos, generalmente incluidos en la denominada “canasta básica” (ver). Es decir, alimentos de consumo cotidiano y primario. El control de precios suele aplicarse cuando la propia regulación de la oferta y la demanda no alcanza para llevar a un valor razonable a aquellos productos que forman parte de la mesa diaria de los hogares de la gente con menos recursos, desde clase media a clase baja. Históricamente, el control de precios ha sido estigmatizado como “estatista”, “populista” e “irresponsable” por los sectores que creen que es el propio mercado el que debe autorregularse. Pero paradójicamente, este control de precios ha sido utilizado por gobiernos de todo tipo. Desde los acusados de “populistas” hasta los que se autoperciben “responsables”, “serios” y “republicanos”. Estos últimos recurren al control de precios fundamentalmente cuando la inflación parece imposible de detener y se avecinan elecciones nacionales en la que el presidente en cuestión intenta una reelección de su mandato.