cheto, ta

Persona que viste a la moda, tiene dinero y modales de de clase social muy acomodada. Los chetos suelen juntarse con personas de su misma condición, pues no consideran interesante lo que sucede con la vida de personas de otras clases (sobre todo las de clases media-bajas o bajas) y además suele resultarle difícil la comunicación con personas de habla no cheta. Aunque oficialmente no está considerado como tal, el cheto podría ser también un idioma. O cuanto menos un dialecto. Porque los chetos hablan de un modo bien diferente del resto de la gente. Y les cuesta comunicarse, hacerse entender. Cada tanto surge alguien que, por convicción y ambición, y con la ayuda de un nutrido grupo de asesores, logra hacerse entender. Cuando un cheto logra eso, puede soñar ilimitadamente. No sólo con lograr hacerse entender con el resto de la gente: también puede llegar a gobernar al resto de la gente. Porque, si bien es cierto que los chetos ocupan siempre lugares dirigenciales dentro de la sociedad, lo hacen por el peso de la herecia familiar y alguna clase de pericia para seguir dominando. Pero esto no implica interactuar con otros sectores sociales. Un cheto que se hace entender, en cambio, puede llegar a ser presidente de la Nación. Y no hay nada más peligroso para el resto de la población que tener a un cheto como presidente.