Concreción de un préstamo que el Fondo Monetario Internacional le otorga al país. Este acuerdo es visto con preocupación por la mayoría de la población, pues para llegar a ese acuerdo, el FMI impone condiciones que suelen traer como consecuencia la precarización laboral, la baja de salarios y el aumento de tarifas y precios. Sin embargo hay allí una paradoja: por un lado, el anuncio del pedido de un acuerdo con el FMI es algo que impacta de manera negativa. Pero por otro, si se anuncia que se le pedirá al FMI un acuerdo, y ese acuerdo no llega, la preocupación entre la población seguramente será mayor. No es que la negativa a un acuerdo con el FMI traerá tranquilidad. Y la población no pensará: “Menos mal que no se hace el acuerdo con el FMI, porque nos iba a traer problemas”. De todos modos, esto sólo es entrar en el terreno de las hipótesis, ya que siempre que un Gobierno busca un acuerdo con el FMI, lo consigue. Así de generosos y desinteresados son en el FMI, y así de persistentes suelen ser los gobiernos que buscan un acuerdo con el FMI.