ARNALDO ANTUNES, CARLINHOS BROWN Y MARISA MONTE: LA TRIBU DE TU CALLE

Son tres de los artistas más importantes de la Música Popular Brasileña sub 40. Son amigos. Habían trabajado juntos muchísimas veces. Pero nunca se habían juntado los tres para hacer un álbum en trío. Un día Carlinhos Brown (que vive en Salvador, Bahía) estaba produciendo en esa ciudad un disco de Arnaldo Antunes (que vive en Sao Paulo) y apareció Marisa Monte (que vive en Río de Janeiro). Decidieron encerrarse una semana a componer juntos. Hicieron 20 canciones y volvieron a sus actividades.
Un año después, Marisa los convocó a todos a su casa a grabar esas canciones. Tardaron 13 días para grabar 13 temas. Hicieron un disco y un DVD, ambos con el nombre Tribalistas. Hoy ese disco –el más de entrecasa, el más rápido de la carrera de los tres, según coinciden– lleva vendidos 1.500.000 copias en Brasil, se vende más que ningún otro de cualquiera de los tres en casi toda Europa y tiene cinco nominaciones para los Grammy.

-¿Cómo hicieron un disco de a tres, con todos los temas compuestos y tocados entre todos?

CARLINHOS: Tribalistas es un proyecto de placer. En ningún momento dijimos “vamos a hacer esto de tal manera”. Y todo lo hicimos conjuntamente. Yo cuando salí de mi función de compositor me puse en el lugar de músico. Porque mis amigos tocaban guitarra y teclado, pero yo estaba solo en la percusión, tratando de no repetir la batida para que el trabajo no cansara. Marisa fue quien se ocupó más de las voces y Arnaldo sí se ocupó del cuidado final de las letras. Siempre sabiendo que con lo mejor de cada uno íbamos a dar con la persona que queríamos, que era Tribalistas.

            ARNALDO: Sí, y también cambiamos bastante los roles. Y todos nos metimos en todas las áreas, por más que el cuidado final quedó repartido como dice Carlinhos.

         CARLINHOS: Claro, porque yo también hago letras, Arnaldo melodías y Marisa es una gran productora.

MARISA: Es que ni siquiera teníamos la idea de grabar juntos. Nos encontramos en Bahía, porque Carlinhos estaba produciendo el disco de Arnaldo, y estuvimos juntos una semana. Durante esa semana compusimos veinte canciones. Pasó un año en que nos quedamos pensando qué hacer con esas canciones. Carlinhos grabó su disco, Arnaldo terminó el suyo, y comenzamos a tener ganas de grabarlas. Un año después de componerlas, nos juntamos en Río de Janeiro y las grabamos en el estudio que tengo en mi casa, respetando lo más posible la instrumentación con que fueron compuestas.

ARNALDO: El proyecto era hacer sólo este disco y el DVD, sin ninguna continuidad. Fue un trabajo de comunión entre los tres. Nosotros habíamos trabajado juntos, pero nunca con tanta intensidad. Jamás habíamos compuesto los tres de este modo.

-¿El nombre Tribalistas es posterior a estas canciones?

MARISA: No, porque una de las canciones se llama así. Queríamos hacer una canción que nos presentara a nosotros y que tuviera que ver con trío y también con tribu. Después surgió esa introducción que hace Arnaldo al tema. Y a partir de eso nos preguntamos qué quieren los tribalistas. Y lo que quieren es eso que dice la canción: “los tribalistas no quieren tener razón, no quieren tener certeza, no quieren doctrina”. Para ser tribalista no hace falta ser nada, simplemente lo que se es.

ARNALDO: Una vez que tuvimos unas cuantas canciones, buscamos un título, algo que fuera como un conjunto. Ahí se nos ocurrió esto que tiene que ver con la idea de trío, de tres personas y de tribu, ese juego de palabras que da idea de comunión. Y tomando también la idea de grupo común a la cultura popular, sea para la música, la danza o lo que sea. E hicimos la canción dándole un sentido, unas características a ese nombre, Tribalistas. Pero que no son las características de un movimiento, sino la de tres personas que están componiendo, cantando y tocando juntas.

-¿Pero creen que después sí el tribalismo se transformó en un movimiento con un manifiesto propio, que es la canción que le da nombre al título?

CARLINHOS: No, el tribalismo en todo caso es un movimiento de nuestras familias y de la autoestima de todo el mundo. Es una música que viene y que arrebata el pensamiento familiar y está trayendo una afinidad entre los artistas y la gente.

MARISA: No, nunca tuvimos la pretensión de hacer un movimiento ni un manifiesto ni nada.

ARNALDO: La condición de movimiento lo da la colaboración de nosotros tres. Es decir ni Marisa, ni Carlinhos ni yo podríamos hacer un disco solista que tenga las características que tiene este. Tribalistas es un movimiento en tanto representa la interacción de tres personas creando canciones en determinadas condiciones, con una instrumentación muy austera, y grabándolas prácticamente del mismo modo en que fueron compuestas. Pero en cuanto a crear un movimiento, creo que no es la época ni existe el contexto socio político para que eso suceda. Creo que la propia canción es elocuente al respecto cuando habla de “un antimovimiento que se va a desintegrar en el próximo momento”.

            MARISA: En todo caso es un antimanifiesto, porque es la negación total.

-Sí, pero un manifiesto también puede ser la negación total de algo o de todo. Dadá era eso y terminó siendo uno de los referentes más importantes del arte del siglo XX…

MARISA: Sí, pero nuestro movimiento, si existe, se va desintegrando desde su nacimiento. Nosotros con esto no tenemos la intención de cambiar el mundo, ni de transformar, ni de romper con lo establecido. Nosotros sólo queremos ser lo que realmente somos. Ser más nosotros mismos.

ARNALDO: Sí, claro, pero nosotros estamos lejos de hacer un movimiento colectivo que apunte a actuar en una realidad cultural. La nuestra es una reunión mucho más espontánea. También es cierto que Brasil tiene una tradición muy sofisticada de canción popular y estamos integrando varias áreas de la cultura popular brasileña. Pero eso no significa que sea un movimiento ni un manifiesto. 

CARLINHOS: La única idea que nos puede acercar a pensar que somos un movimiento es lo colectivo, el quiebre del individualismo que hicimos para este trabajo. Pero es algo que en la música brasileña está muy presente todo el tiempo. Vivimos en un país donde el mestizaje es muy fuerte. Este es un disco muy de conjunto y todos mezclamos todo. Es un trabajo realmente colectivo. Pero ni siquiera es un grupo. Más bien es como si entre los tres hubiéramos creado un nuevo artista virtual que se llama Tribalistas.

-Está bien, ya que no les gusta hablar de movimientos, de ismos ni de istas, hablemos de proyectos colectivos: hay una referencia ineludible que es el Tropicalismo. ¿Creen que existen diálogos posibles entre los tropicalistas y los tribalistas?

ARNALDO: No, el Tropicalismo tenía un proyecto de cultura, y de ruptura también. En este caso somos apenas tres personas haciendo canciones. El tropicalismo sí es una referencia muy fuerte en mi formación artística. Y los parecidos terminan en el hecho de ser un proyecto colectivo.

CARLINHOS: El tropicalismo está en nuestro inconsciente colectivo. Y es como el último gran movimiento de la canción popular brasileña. No podemos desconocer esa influencia profunda. Pero no es nuestra única referencia. Fue otra generación, con otras inquietudes, otra actitud, otro comportamiento social y nosotros hacemos en la práctica y de modo natural cosas que el tropicalismo ha verbalizado.

MARISA: No creo que se pueda establecer ningún diálogo en términos formales. Son contextos políticos muy distintos. Pero sobre todo, tribalistas no tiene la pretensión de ser un movimiento. Estéticamente sí existen muchas conexiones con el Tropicalismo porque es un referente ineludible, pero lo nuestro es nada más que un disco. Los tropicalistas amaban la cultura tropical, buscaban las raíces de la cultura brasileña y las fundían con la música internacional de su época. Le daban un contexto cultural nacional e internacional a las obras que creaban. También hacían una lectura política de su existencia, en la época de la dictadura militar en Brasil. Es imposible comparar hoy las aquellas condiciones y aquellas inquietudes con estas que nos llevaron a nosotros a hacer el disco Tribalistas. Y además no está entre nuestras necesidades.

-¿Cómo sigue el proyecto Tribalistas? ¿Piensan tocar en vivo?

MARISA: No hay ningún proyecto para tocar en vivo ni para hacer nada más.

ARNALDO: Eso no quiere decir que no volvamos a hacer algo en algún momento. Pero por ahora, nada.

CARLINHOS: Hicimos este disco de un modo muy espontáneo. Si se dan nuevas posibilidades para hacer algo en las mismas condiciones, sería un placer porque me encanta trabajar con estos dos hermanos que tengo que son Arnaldo y Marisa. Pero nunca tocamos en vivo y no hay ningún proyecto para presentar el disco. Lo que pasa es que el disco fue un éxito que nadie esperaba, así que ahora la compañía discográfica quiere que hablemos con los periodistas extranjeros. Y nosotros estamos haciendo eso.

Tan lejos, tan cerca

“Yo particularmente siempre tengo poca expectativa con mis discos en cuanto a las ventas, a una repercusión másiva –aclara Marisa Monte–. Pero este disco pensé que era algo muy íntimo”. Sus otros dos compañeros (¿existe en castellano una palabra tan certera para denominar ese trabajo en conjunto como el término portugués parceiro?) coinciden en que el éxito comercial de Tribalistas fue fulminante e inesperado. Tanto que, aunque no había planeado hacer una presentación oficial del disco, tanta insistencia los llevó a reconsiderar esa posibilidad: “Lo estamos estudiando –admite Carlinhos Brown–. Nos lo pide tanto la gente que seguramente toquemos. Pero no estaba previsto. Nosotros no sabíamos que iba a suceder todo esto. Nos agarró de sorpresa y ahora tenemos que reestructurnos. Creo que en algún momento vamos a tocar, aunque vamos a hacer pocos shows”.

Pero esa posibilidad está muy lejos. Tanto como los tres artistas en el momento de hacer la nota: Carlinhos habla por teléfono desde un micro que va de Francia a Pamplona, luego de pasar por Alemania, Italia, Holanda e Inglaterra, en plena gira europea para la presentación de su nuevo disco, Carlitos Marrón; Arnaldo está en Sao Paulo, preparando nuevos libro y disco; Marisa en Río, cuidando a su bebé, dedicada plenamente a ser madre, lejos de los escenarios, aunque componiendo algunos temas. Eso sí, los tres se conocen tanto y hace tanto tiempo que sus voces en el teléfono suenen muy cerca. Al menos entre ellos, tribalistas de tribuna.

Publicada originalmente en revista Rolling Stone, octubre de 2003.