agosto 26, 2020abril 2, 2020 Si esto es así, lo siento, yo me opongo.No quiero derramar ni la mitaddel sudor, de la sangre, de las lágrimasque abrieron el camino entre las olas(la huella indescifrable)de quienes me trajeron hasta aquí. El camino que rueda sangre abajoalmita en penatierra extirpadallega mansoarrojado al suplicio del lejanolaberinto inhallable del origeny se sienta en el fondoa explicar este tiempo sin fronterasque baja de un barcoy no vuelvenuncamás soy(lo sé)de aquí, de este costadodonde ya no hay centroni pausano fui de aquí, lo sé, pero aquí estoytramando un inconsciente colectivoque habita en los umbrales de una especieque se traga la tierra, el sol, los pájaroshundida en las tinieblasde una sola certeza:el ser de aquí sólo es estar aquí. Versos tibios como tendonesde cabezas recién arrancadasvienen a hablar de gestas y leyendasversos como castigos. Estoyplantado y bien regado de preguntasque lamen la corteza de un caprichollamado sociedad o como fuera. Ya soy de aquí, lo séy porque soy de aquí es que me opongo.Lo siento, yo me bajolo siento, no soy partelo fui, no lo soy más: ahora me opongo. Me opongo a seguir siendo cloaca de alguiena tapar tanta mierdaa lavar la concienciacon sonrisas que duelen. No quiero másnada, no quieroaplaudir a quien más busca un aplausoasfaltar el camino victoriosode quien lleva a sus hijosa morir en el campo de batalla. Claro, sí, ya lo entiendoes tan obvio este mundo indescifrablequieren volverme locoquieren volvernos locosvomitar en los sueños de los justos. Tan sencillo es decir, hoy, que me opongocuando todo se pudre desde adentroy se pudren también en la cortezala cáscara vacíael paisaje soñadola imagende un desierto de flores en pantallas. Ya lo dije al comienzo: yo me opongocon zapatos de andar bajo metrallaen pies invertebradoscon uñas derrotadasque escarban en el torsoo existencia de músculo y botonesy camisa de pecho retorcidopantalón de caderasque bailan al compás de un bombardeo. Me opongo con un cuerpo que no piensani responde, ni corta, sólo cedea este margen de error o madrugadaclavada en la azotea del milagrotanto techo que llueveen un cielo de ramas e infraccionesy un sombrero inclinadocabeza de pensar torcidovestido en el cadalso de los díasrumbo al último estruendo de esperanza. Me opongo con la piel hecha cenizacon una liviandad llena de encierroy el alma pixeladaque late, corazón del pesimismocon lucidez de almendray estupidez de sal marina. Me opongoa seguir descifrando una estrategia:si no hay nadie que pague platos rotosesto es sólo un negocio escandalosodinero que malgastael gris imaginario de los díasy entre el desatinola voz de la conciencia: yo me opongo. El grito que me empuja hacia la muerte(me opongo a todo esto)es vanidad sincera(flamea al viento, dios desesperanza)me opongo y luegome vuelvo a oponertan trágico y destino es mi destino. Si me matan mil veces, yo me opongosi me expulsan de todo, yo me opongosi el día está asomandosi existe algún mañanase batirán a duelo los rinconesde náuseas agitadas en el cielocomisura de fepestes llenas de calma. El fin definitivo de una erase vende en un mercadopues todo está a la ventahasta el sol que calienta rebelioneshasta el grito, mi grito: yo me opongocon aullidos que salen a la ventay le plagian al mundo su agonía. Yo me opongoy sé que luego de eso ya no hay nada.Obedecer señales en el vientoes la tibia maleza que nos duerme,nos inyecta poder. Es obediencialo que late y nos corre por las venas. Repito, yo me opongo.Hablo vidas de enjambres y dialectostrazo lentos lugares, tiempo ausentebailo lagos de leche secano tengo opciones, tiro de la carneque sangra sobre mis antepasadosy escarba bajo las estupideces. Lo dije y lo repito: yo me opongonecesito revanchay me siento tan solo que no creoy la falta de fe me crea aliadosalientos que respiran en mi boca. Las pestes que el poder nos suministrase contagian camino al escenariode esperar el milagroventanas sin paisajes, soles grises. No dejo de pensar y es el infiernoeste suelo que piso.Las paredes que vienen a rodearmeconocen de memorialas últimas noticias desde el cielopesadillas de moscasque conversan, cariciasque se saben la noche de memoria. El cadáver aún tibio de un abrazolas velas de otro barco que está hundidoy entonceslos díasson momias de solespejos, aguardientesimágenes borrachasjuegancon las vidas que nunca comprendieroncon los cuerpos que siempre despreciaroncon el tránsito ardientede su santo negocio. Me opongo a todo estocon un hilo de voz que no consiguesaltar de nuevo el muro de silencioy se hace sombrasgotitas de esta peste que descansaen lo alto del cielodonde los dioses son ciegos y aladosy se beben la sangre, nuestra sangre. Con la sangre, mi sangre es que me opongocon el miedo a plagiarme, a repetirmeme opongo a la mierda de los siglosa sentarme en la nube que me nublame opongo a resignarmeperdido entre tinieblasme opongoresistoy el vacío que finge ser sustanciay un haz de luz se clava entre mis ojos. Publicado originalmente acá http://www.lavanguardiadigital.com.ar/index.php/2020/04/20/una-posible-interpretacion-del-actual-estado-de-las-cosas/