teletrabajo

Modalidad según la cual el trabajo que antes se realizaba en un lugar especialmente creado para tal fin (una oficina, por ejemplo), ahora se desarrolla en la casa. Para realizar el teletrabajo es necesario tener una cantidad de dispositivos que permitan la conexión mediante videollamada, zoom, etc. El teletrabajo le ahorra al trabajador el costo y el tiempo que implica viajar hasta la oficina o puesto de trabajo. Esto suele presentarse como una ventaja y es probable que, en parte, lo sea. Pero el teletrabajo tiene algunas otras contraindicaciones. En primer lugar, el hecho de que, en la mayoría de los casos, es el trabajador quien se hace cargo de la conexión para realizar el trabajo desde el hogar. Este no es un tema menor. Pero en el devenir cotidiano del teletrabajo suele haber cuestiones aún más complejas. Principalmente en lo que tiene que ver con los límites del tiempo del trabajo. Al realizar el trabajo desde la casa, el trabajador tiende a borrar naturalmente los límites del tiempo de ese trabajo. Y el empleador, también naturalmente, comienza a instalar la idea de el empleado está todo el tiempo disponible. O al menos mucho más tiempo que el que solía estar en la oficina o lugar de trabajo. La lógica no dicha, pero tácita, es la siguiente: si el trabajo está en el hogar, todo el tiempo del hogar puede ser el tiempo del trabajo. De todos modos, el teletrabajo no es más que una de las formas más evidentes (o más gráficas) en las que se expresa un conflicto bastante más profundo, que bien podría resumirse en la siente pregunta: ¿qué es, hoy, el trabajo? Una pregunta necesaria, que bien podría obtener alguna respuesta. Si no fuera porque cuesta mucho trabajo.