protesta social

Manifestación de un determinado sector social o laboral, que siente que sus derechos se ven avasallados por algún sector del poder, sea este privado o estatal. La protesta social está vinculada, por lo general, con las demandas salariales o de subsidios, en el caso de los movimientos sociales. Aunque existen muchas otras variantes. La proliferación del conflicto social provocado por las fuertes desigualdades sociales hace que suba la cantidad de protestas en las calles. Y la suba de protestas hace difícil el tránsito de vehículos por las calles, avenidas, rutas y hasta autopistas. Sobre todo desde que se implementó el corte de tránsito como la forma más efectiva de visibilizar la protesta social. Esto no generó la solidaridad de gente con trabajo precario, que en cualquier momento puede ser arrastrada también a esa situación desesperante. Por el contrario, los automovilistas hicieron una lectura absolutamente vehicular de las demandas sociales y, lejos de preguntarse por qué la gente llegó a una precarización tan grande en su vida, se preguntan: “¿Por qué no se van a laburar, manga de vagos”. Muchas veces también suman el término “negros” antes de “vagos”. Los más piadosos ensayan un argumento del tipo “ojo, yo estoy de acuerdo con lo que piden, pero esa no es la forma”, con una corrección política similar a quienes se defienden diciendo: “Tengo un amigo judío”. Este grado de descontento social se vio amplificado por muchos medios de comunicación masivos que hablan del estado del tránsito sin especificar qué es lo que se reclama, alentando la ira de los automovilistas. Este descontento permitió a algunos sectores políticos a avanzar sobre la idea de reglamentar la protesta social y reprimir a quienes cortan calles y rutas sin haber presentado las planillas para que una manifestación pueda realizarse legalmente. Esto demuestra el poco apego de la gente que vive en la indigencia para realizar trámites y seguir las normas establecidas. “Esto en los países serios no pasa”, suele ser el argumento. Aunque existen muchas controversias sobre cuáles son realmente los países serios y un desconocimiento casi absoluto sobre lo que allí supuestamente pasa.