fondo buitre

En abstracto, la expresión denomina a un fondo de inversión de ganancia grandísima, pero de riesgo igualmente alto, pues se invierte en empresas o entidades al borde de la quiebra. En los hechos, en la Argentina denomina a las inversiones extranjeras que sólo llegan al país por una oportunidad puntual de hacer negocios ventajosos en algún momento en que la desesperación de un gobierno argentino por conseguir crédito internacional lo lleva a ofrecer bonos a tasa elevadísima. Estos fondos de inversión no suelen tener más vínculo con el país que la especulación sobre la usura de esos bonos, sumada a la certeza de que en algún momento habrá en el país un Gobierno decidido a pagar lo que se pactó en esos bonos. No hay aquí producción ni valor agregado alguno, sólo la especulación sobre un papel emitido por el país. En definitiva, el fenómeno de los “fondos buitre” parece más digno de estudio por parte del Bingo de Avellaneda que por la Facultad de Economía de la Universidad de Buenos Aires. Se los denomina “fondos buitre” por la condición de devorador de cadáveres que tienen esas aves rapaces. Nótese que se eligió un tipo de ave fea, feroz y que hace cosas desagradables. No se habla de “fondos panda”, “fondos ponys” o “fondos cachorritos”.