dólar blue

Eufemismo por “dólar ilegal”. El dólar (ver) es la gran obsesión económica argentina. Inclusive para la gran mayoría de la gente que no puede comprar dólares, el aumento del dólar significa la alteración del estado de ánimo colectivo. Porque el aumento del dólar implica el aumento de todo. Esta obsesión por el dólar vino de la mano de una clandestinidad del dólar, a partir de distintas medidas tomadas por gobiernos de distintos signos políticos. Durante muchas administraciones, comprar dólares fue algo complejo y hubo que hacerlo en el mercado ilegal. Como la palabra “ilegal” es demasiado cruel para llamar a algo tan querido como el dólar, se utilizaron distintos términos. Como “dólar paralelo”. Algo que también suena feo. Estamos hablando del dólar, no está bien arrojarlo a una colectora. Y el asunto no dejaba de ser marginal. En una época se usó también “dólar negro”. Pero también queda feo. Por un lado, por el mercado negro, donde todo es muy turbio, muy oscuro. Por otro, porque puede sonar racista. Un racismo que no se corrije llamándolo “dólar afrodescendiente”. De modo que fue una bendición la aparición del término “dólar blue”. La expresión marca algo diferente y distinguido. Ni siquiera es “dólar azul”, que hubiera sido ordinario. No, es blue, con reminiscencias a Kind of blue, el disco icónico de Miles Davis, precursor del cool jazz. Sí, hablar de dólar blue es muy cool. Aunque pensándolo bien, “dólar black” tampoco hubiera estado mal. Como tampoco hubieran estado mal las diferentes opciones culinarias gourmet: “dólar cherry”, “dólar boutique”, “dólar bombón” y hasta “dólar IPA”. Todo sea por destacar la nobleza de nuestra divisa patria. In dollar we trust.