cortina de humo

Maniobra distractiva. De manera literal, en una pelea o batalla, se trata de provocar una humareda para que el enemigo no vea los movimientos que uno va a realizar. En términos mediáticos, se trata de provocar una acción que genere un gran impacto mediático, para que ese golpe de efecto en la opinión pública tape las repercusiones que pueden tener otro tipo de medidas. En general, los gobiernos crean cortinas de humo para disimular medidas que van a significar una brusca pérdida de derechos, sean laborales, jubilatorios, tributarios, etc. El rubro más utilizado para provocar esa cortina de humo es el poder judicial, porque es algo que el Ejecutivo tiene a mano (es imposible que un Gobierno se sostenga si no tiene una gran cantidad de jueces “amigos”) y que puede activar a su antojo. Sin embargo existen muchas otras cortinas de humo que permiten genera las más variadas maniobras distractivas: competencias deportivas, escándalos del mundo del espectáculo, accidentes, etc. Pero a diferencia de las cortinas de humo judiciales, están más vinculadas al azar o a situaciones eventuales. Y, por lo tanto, son más difíciles de provocar y administrar de acuerdo a las necesidades concretas y programadas de un Gobierno para desviar la atención de la población.