concha del mono (la)

Maldición fuerte. A pesar de tener una impronta insultante no es estrictamente un insulto, sino una expresión que se lanza con bronca y algo de impotencia para reaccionar ante un hecho determinado y no está referida a nadie en particular. En política tuvo un efímero momento de estrellato cuando los servicios de inteligencia le proporcionaron un audio  al Gobierno Nacional y a algunos medios oficialista, obtenido de manera ilegal, donde se podía escuchar a una ex presidenta utilizando esa expresión. Aunque es de uso muy cotidiano en la Argentina, su construcción es bastante particular, cosa que vuelve más llamativa su condición de popular. Como se sabe, el mono no tiene concha sino pija. Y la que sí tiene concha es la mona. Sin embargo, se utiliza “la concha del mono” (y no “la concha de la mona”, o “la pija del mono”) como forma de maldición. Seguramente esto tenga relación con el hecho de que muchos apodos que involucran a animales se usan en femenino, aún en hombres. Los ejemplos son varios: hay un cantante de cuartetos que es La Mona; un futbolista que es La Gata y otro que es La Chancha, entre otros casos. Pero no es seguro que exista una relación entre estos apodos femeninos para hombres y la invocación a una inexistete vagina en los simios masculinos.