En general, campaña donde se apela a bajezas, mentiras e informaciones obtenidas ilegalmente. Suele tener muchos puntos de contacto con la campaña de miedo, aunque no es exactamente igual ni mucho menos. En especial porque la campaña de miedo, si bien apela a sentimientos bajos, lo hace utilizando elementos legales, no información suministrada por algún servicio de inteligencia, y mucho menos mentiras. Una campaña sucia puede incluir denuncias por malversación de fondos a gente que en realidad no tiene mucho para ocultar. Las campañas sucias se ven potenciadas por el hecho de que en general, el votante desconfía de la honestidad de cualquier político, entonces cuando se duda del buen nombre y honor de alguien, lo más común es pensar que esto es cierto.