Persona que ha obtenido una beca. Es decir, un trabajo temporario para dedicarse exclusivamente a una actividad. Esto que a priori suena bien, muchas veces se utiliza como eufemismo para ofrecer “becas” con montos de dinero muy bajos (cuando no simbólicos, cuando no intrascendentes) para realizar trabajos no muy importantes. Muchos lugares de trabajo convocan a “becarios” o “becarias” para que realicen recados o se ocupen de ordenar, con la excusa de que “así van a aprender cómo se hace para ser un buen profesional”. Aunque en teoría son cosas distintas (y existen numerosos ejemplos de becarios reales; los del Conicet, por ejemplo), muchas veces los “becarios” terminan pareciéndose mucho a los pasantes y realizando las mismas tareas por poca remuneración.